Poema de Thich Nhat Hanh

El cosmos está lleno de piedras preciosas.
Deseo ofrecerte un puñado esta mañana.
Cada instante que vives es una piedra preciosa,
que resplandece y contiene Tierra y Cielo,
las aguas y las nubes.

Has de respirar suavemente
para que se revelen los milagros.
De repente oyes a los pájaros cantar,
a los pinos tararear,
ves abrirse a las flores,
el cielo azul,
las nubes blancas,
la sonrisa y el maravilloso aspecto
de tu Bien amado.

Tú, la persona más rica de la Tierra,
que has mendigado la vida en todas partes,
dejas de ser el hijo pródigo.
Vuelve y reclama tu herencia.
Debemos disfrutar de nuestra felicidad
y ofrecerla a todo el mundo.
Aprecia este mismo instante.
Deja partir la corriente de desesperación
y acoge la Vida plenamente en tus brazos.

TNH